Situación de la educación en México

Entrada ya la segunda mitad de la gestión del gobierno federal en México, resulta conveniente hacer un breve análisis de la situación que guarda la educación en México. Habría múltiples factores a considerar; no obstante, nos quedamos con algunos que resultan fundamentales. Entre ellos destaca: el contexto político-electoral en el que llega el actual gobierno, la reforma al marco legal que rige el sistema educativo nacional, el pobre desempeño del sistema, así como el severo impacto que la pandemia ha representado, la propuesta de la mal llamada “Nueva Escuela Mexicana”, el Programa Sectorial de Educación, así como el modelo educativo al que se alinea.

El contexto político-electoral

Es importante tener presente que esta gestión federal (2018-2024) llega al gobierno en el contexto de varias alternancias electorales: PRI-Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), PAN-PRI, PRI-PAN. Es de destacar también que uno de los factores que hicieron posible el resultado electoral a favor de Morena es el apoyo que el magisterio nacional, a través del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) dieron a su candidato presidencial y eventual Presidente de la República. El SNTE lo hizo por conveniencia y pragmatismo político producto de un amago a su dirigencia; la CNTE por afinidad ideológica-política. Además de esto, se puede mencionar el acuerdo con TV Azteca, que hizo posible la llegada de Esteban Moctezuma a la titularidad de la Secretaría de Educación Pública en el primer tramo del gobierno.

La reforma al marco normativo

El actual gobierno federal promovió una importante reforma constitucional y a la legislación secundaria con el objeto de fundamentar en la norma su propuesta educativa. Con todo y eso, tal reforma puede considerarse, como dice Romero Hicks, la reforma de los sinónimos, en tanto que básicamente da nombre nuevo a realidades preexistentes. Además, es de destacar que tal reforma implicó la desaparición del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), un instituto de muy sólida solvencia ética y técnica dedicado a la medición del desempeño del sistema educativo.

Quizás un elemento destacable a favor de la reforma promovida por el actual gobierno federal es la que tiene que ver con generar mejores condiciones para garantizar el acceso e inclusión de los mexicanos al servicio educativo, si bien noble fin, implementado a través de políticas por demás cuestionables.

El desempeño del Sistema Educativo Nacional y la pandemia

El desempeño del sistema educativo en México es muy deficiente. Prácticamente todos los indicadores, al menos los más relevantes, son muy pobres. Tomando en cuenta los resultados de la prueba PISA 2018, se pueden mencionar como botón de muestra, los siguientes datos:

  • 55% de los estudiantes pudo identificar, al leer un texto de longitud moderada, ideas básicas;
  • 1% de los estudiantes mexicanos mostró habilidades avanzadas en lectura;
  • 44% obtuvo un nivel mínimo de competencias en matemáticas;
  • 1% de los estudiantes obtuvo resultados comparables con los estudiantes de China y Corea, los mejores evaluados en la prueba;
  • México se ubicó en los últimos tres lugares del ranking de habilidades;
  • 1% de los estudiantes obtuvo un desempeño en los niveles de competencia más altos (nivel 5 o 6) en al menos un área (Promedio OCDE: 16%);
  • 1 de cada 4 estudiantes tuvo dificultades en los aspectos más básicos de la lectura, como identificar la idea principal de un texto o conectar piezas de información de diferentes fuentes;
  • Casi ningún estudiante demostró alta competencia en ciencias; es decir, no llegar a los niveles 5 o 6;
  • El 0.7% distingue entre hechos y opiniones.

Después de la pandemia, el impacto en materia de aprendizajes también resulta trágico. Según el análisis de Rafael de Hoyos[1], durante el primer año de la pandemia el impacto en materia de aprendizajes es el equivalente a 24 puntos de la prueba PLANEA, con los consecuentes efectos en la tasa de graduación en los siguientes niveles, así como en la expectativa de ingresos a futuro en esas generaciones. Una tragedia.

La mal llamada Nueva Escuela Mexicana

La propuesta de la mal llamada Nueva Escuela Mexicana (NEM) peca del mismo defecto: le da nombre nuevo al subsistema de educación básica, aunque prácticamente se queda en mera retórica.

La propuesta de NEM es una propuesta que pretende marcar al sistema educativo de la misma forma en que lo han hecho regímenes totalitarios: atribuyéndole el calificativo de “nueva” y asignándose pretensiones de regeneración de la vida nacional y de régimen político. No obstante, es una propuesta vacía en sus contenidos, compleja en su arquitectura (tiene 19 componentes: propósito, objetivos, líneas estratégicas, principios, prioridades, dimensiones, orientaciones pedagógicas, rasgos, ejes, etc.), contradictoria, inconsistente, con una transición curricular igualmente compleja, que migra a alumnos en tres distintos planes de estudio.

El Programa Sectorial de Educación

Este programa, además de que su publicación es tardía (presentado cerca de la conclusión del primer tercio de la gestión gubernamental), hace evidente un alto contenido ideológico (usa conceptos clave característicos de este gobierno: corrupción, honestidad, transformación, entre otros) y adolece de consistencia tanto con el Plan Nacional de Desarrollo, así como con los diversos presupuestos de egresos anuales de la Federación, en donde ha habido importantes reducciones presupuestales en programas de probado éxito o incluso su eliminación (como el Programa de Escuelas de Tiempo Completo).

La propuesta de nuevo marco curricular

El planteamiento que hace la SEP para la elaboración del nuevo marco curricular y plan de estudios para educación básica tiene muchas áreas de oportunidad, tanto en la forma (la mecánica para su elaboración y socialización), como en el fondo.

La propuesta de la SEP en esta materia se puede caracterizar por:

  1. Ser una propuesta ideologizada y anti-académica;
  2. Que instrumentaliza la educación;
  3. Que acota la labor docente;
  4. Que reintroduce la noción de campos formativos, con lo que se eliminan asignaturas específicas y nos reduce la posibilidad de ser evaluados de acuerdo a estándares internacionales;
  5. Que elimina la evaluación sumativa, limitándola a diagnóstica y formativa;
  6. Que limita las metodologías educativas al aprendizaje basado en proyectos, al constructivismo y a la escuela activa.
  7. Que confunde educación formal e informal, trasladando a la educación formal rasgos propios de la informal;
  8. Que confunde currículum y pedagogía;
  9. Que define un perfil de egreso genérico;
  10. Que ve a la lectura como medio para fines principalmente de carácter social y cultural, pero poco académicos.

El modelo educativo

El modelo educativo del actual gobierno federal se alinea con los principios de la escuela activa y el constructivismo, con rasgos románticos, destilando una posición antiacadémica, que privilegia el desarrollo de habilidades metacognitivas y socioemocionales, con un currículo reducido que hace evidente cierto desprecio por el conocimiento, entre otros rasgos que lo pueden caracterizar.

Uno de los expertos educativos que asesoran la implementación de la NEM es Sugata Mitra, quien propone un modelo educativo “mínimamente invasivo”, en el que se equipara la educación formal con la informal, en donde el rol del profesor es acotado, en el que la evaluación de los aprendizajes es secundaria, entre otros.

A manera de conclusión

La situación que guarda el sistema educativo mexicano es trágica. Tanto por la falta de rumbo de la actual política educativa del gobierno federal, la predominancia del componente político, entendido en el más pragmático, clientelar y electoral sentido de la palabra, los pobres desempeños del sistema, el impacto de la pandemia, así como la aplicación de un modelo educativo ambiguo y romántico, la situación se antoja grave.

Se hace necesario un gran pacto nacional por la educación que convoque a padres de familia, maestros, académicos, investigadores, para detener el deterioro de la educación en México y para poner condiciones para una reforma de calado profundo que permita la mejora en los niveles de aprendizaje de nuestros niños y jóvenes. Solamente de esta manera podrá lograrse el objetivo de cualquier sistema educativo nacional: la mejora de las personas y de la sociedad.

Autor: Dr. José Antonio Cabello Gil
Dr. en Educación

Ha desempeñado diversos cargos: fue Diputado Federal, Rector del Instituto de Estudios Universitarios de Puebla, actualmente es encargado de la Dirección de la División Económico Administrativa en la Universidad Tecnológica de Querétaro.


[1] Rafael de Hoyos, Xaber e ITAM, Nota de Política 1, Mitigando el impacto del COVID-19 sobre los aprendizajes, pág. 2.

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